Los dueños del restaurante Mamar en la ciudad de Dammam al parecer se cansaron de tirar la comida que los comensales piden sin control, por ello decidieron hacer un cobro extra a quienes no terminen todo, en un afán de "educar" a sus clientes.
Según los propietarios, los clientes piden grandes cantidades de comida para impresionar, mientras que en Somalia la gente literalmente se muere de hambre por la, ya declarada, hambruna; por eso, el dinero recaudado de las multas será enviado a la nación africana para luchar contra la hambruna y desnutrición.
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